En Villa Salvador, Nuevo Perú, movimiento político promovido por Verónica Mendoza, se partió en dos, no por cuestiones ideológicas, sino por tener pareceres distintos en cuando a la forma de organización que debe tener el movimiento Nuevo Perú. Esto no era justificación como para partirse. Con eso dan una imagen de no ser una organización democrática, donde los puntos de vistas no se respetan. Con esa actitud se pierde totalmente autoridad para llamar a la UNIDAD del pueblo. Entonces, sean coherentes con lo que predican, se predica la UNIDAD pero en la práctica no lo demuestran.
El 1ero de mayo, en la conmemoración por el día del trabajador, estuvieron presentes dos facciones de Nuevo Perú de VES, haciendo alarde ante el público su división. Seguramente para los asistentes del evento esto le habrá resultado jocoso. Un pequeño grupo, que es Nuevo Perú, dividiéndose aún más. Ni siquiera han podido inscribirse al JNE para tener legalidad, ya se están agarrando a trompicones. De lo que se salvó Arana, dentro de sus filas le estarían haciendo la vida imposible por cosas intranscendentes. En esto tubo buen olfato político en expectorarlos. El infantilismo, el dogmatismo no cabía en su partido.
Su división, la negación del otro de su existencia, a pesar que ambos tienen resolución como organización, se dejó traslucir públicamente, para la jocosidad de los asistentes, en la ceremonia del día del trabajador. A eso de las 12 m. cuando estaba tomando la palabra Nora Pérez, dirigente de una de las facciones de Nuevo Perú, de un momento a otro Roberto Panche, miembro de la otra facción de Nuevo Perú irrumpió en el escenario, no quiso que siga hablando Nora. Hubo empujones, palabras altisonantes entre los simpatizantes de ambas facciones, un poco más se agarraban a golpes. Panche aducía que se respete el orden de oradores, a quien le correspondía hablar primero era a Sara Ruelas, dirigente de la otra facción de Nuevo Perú. Los que dirigían la ceremonia para evitar cosas mayores lo hizo así, habló primero Sara Ruelas. Realmente hacer este triste espectáculo por solamente quién debe hablar primero es algo infantil, más que nada en personas que pertenecen a una misma agrupación política de Verónica Mendoza.
Al preguntar a Roberto Panche el problema de la división, manifestó: “ nosotros estamos por hacer un solo partido, estamos en la línea de Verónica Mendoza, Marisa Glave, Indira Huilca, en cambio los otros compañeros (la otra facción de nuevo Perú) que son del PSR y Pueblo Unido no quieren hacer de Nuevo Perú un partido". "Me extraña que Pueblo Unido viene coordinando con el Partido Humanista estando en Nuevo Perú”, agregó.
A la misma pregunta, Miguel Tupalaya, quien pertenece a la otra facción de Nuevo Perú, manifestó: “Nosotros apostamos porque Nuevo Perú sea un Frente político, esto lo evaluará la Comisión Nacional de Organización de Nuevo Perú que va conversar también con nosotros. Finalmente el Congreso será el que defina si es partido o Frente”. Sobre si están coordinando con el Partido Humanista, dijo que “no sabe nada de eso, Héctor Castro como representante (Pueblo Unido) es la persona indicada de responder”.
De ambas versiones, me parece que el más coherente es de Tupalaya. Que el Congreso de Nuevo Perú, que próximamente se va realizar, según Panches, en agosto, es el que defina el carácter de la organización si es Frente o Partido, mientras tanto nadie debe ser dueño de la verdad para que en base a eso se promueva la división de la organización y hacer tristes espectáculos en la vía pública.
El neoliberalismo tiene como estrategia la fragmentación o la atomización de la sociedad. Una sociedad dividida en pequeños grupos es la mejor fórmula para la reproducción del sistema. Una izquierda dividida le hace el juego al neoliberalismo. Ante este panorama negativo es necesario apostar por la UNIDAD DEL PUEBLO, de todos los que sufren las consecuencias del actual capitalismo salvaje, para ser una fuerza capaz de golpear decididamente al sistema dominante. Para hacer posible este objetivo es necesario reconstruir nuestra izquierda, que, como sabemos, en estos momentos, no está a la altura de poder hacer esa gran tarea. En ese sentido, el trabajo “articulador” corresponde hacerlo desde llano, poco a poco, como lo vienen haciendo diferentes sectores de la izquierda social y político con sus movilizaciones constante, con sus Plantones, contra el sistema imperante. Estos vienen forjando la UNIDAD del pueblo desde la calle. Una unidad política anticapitalista e internacionalista que se solidarice con los pueblos que viene siendo agredido por el imperialismo norteamericano, caso Venezuela, Corea del Norte, Cuba, Siria, Palestina...