PÁNICO ELECTORAL, EE.UU TIEMBLA
Walter Montañez Vargas
A pocos días de las elecciones presidenciales ya se viene definiendo quienes van a pasar a la segunda vuelta. En ello, de seguro estará uno que propone la continuidad del modelo económico neoliberal (impuesto por el FMI) y el otro que plantea su cambio. Esta situación ha generado pánico en los “dueños del Perú”, pues piensan que sus grandes privilegios podrían terminar.
CRECIMIENTO ECONÓMICO SIN EQUIDAD
La confrontación de propuestas, en la segunda vuelta, no lo esperaban para nada los grandes grupos de poderes económicos. Ellos consideraban que la confrontación final seria entre cualquiera de sus candidatos que pertenecen a la derecha, no estaban dentro de sus cálculos que Ollanta Humala iba a terciar. Pensaban que la mayoría del electorado estaba contento con el boyante “crecimiento económico”, por lo cual, tendrían que optar por PPK, Toledo, Keiko o Castañeda, quienes garantizaban que “las cosas no van a cambiar”.
En realidad, existe crecimiento económico gracias a factores externos (altos precios internacionales de nuestros minerales) y no al esfuerzo gubernamental. Sin embargo, este crecimiento no beneficia al pueblo ya que las condiciones de vida de la mayoría de los peruanos, cada vez, se viene empeorando. Entonces, este crecimiento es excluyente que solamente beneficia a los “dueños del Perú”. Veamos, del 2001 al 2011 el salario mínimo paso de 410 a 600 soles, pero en términos reales (descontando la inflación) solo aumento 16%, cuando el PBI (riqueza generada en el país) aumento 73%. Esa gran diferencia básicamente fue a parar a los bolsillos de los grandes potentados dueños de las empresas trasnacionales.
Como vemos el modelo económico neoliberal, instaurado hace 20 años por el Alberto Fujimori (previo golpe de estado) no viene beneficiando para nada en el bienestar de la población. Los sucesivos gobiernos, después de Fujimori, prometían en su campaña electoral que el “chorreo económico”, como consecuencia del crecimiento económico, llegaría para garantizar el bienestar social de las grandes mayorías. Pero esto nunca sucedió hasta ahora, ni se dará con cualquier gobierno de derecha. Por otro lado, este modelo económico basado principalmente en la exportación de nuestro recursos naturales no garantizará siquiera el crecimiento de la economía a largo plazo, pues en cualquier momento los precios altos de los minerales caerán, y esto esta en ciernes, por la crisis económica que viven los países del primer mundo. Si ello sucediera la pauperización aumentaría, creando las condiciones para una explosión social como viene sucediendo en los países árabes.
Los candidatos de la ultraderecha, irresponsablemente plantean la vigencia del modelo económico neoliberal. Es decir, ellos, defienden un orden económico social y político que beneficie a unos cuanto y no a todos los peruanos. Debemos de tener en cuenta que dicho modelo viene llevando al desastre económico a muchos países de Europa y EE.UU, generando cierre de empresas, despidos masivos, recorte y eliminación programas de bienestar social, pensiones y prestaciones por desempleo, etc. La derecha peruana solamente mira presente, piensan que los precios altos de los minerales se van a mantener por siempre. No quieren cambiar el modelo económico primario-exportador, que se viene implementando desde el siglo XIX, a un modelo intensivo de desarrollo industrial. Es más, no les interesa proyectarse al futuro con un plan de desarrollo, como lo hacen los países del primer mundo que tienen planes de desarrollo para 50 años. Para estos políticos conservadores, la palabra planificación es una blasfemia. ¿Qué va ser del Perú cuando se acabe su recurso natural? ¿Será otra oportunidad perdida?, como cuando no pudimos aprovechar, en el siglo XIX, en echar las bases para el desarrollo industrial con los grandes ingresos obtenidos por la exportación del guano, salitre y caucho.
SATANIZACIÓN A OLLANTA
Ollanta Humala recoge el reclamo de descontento de los peruanos a los que no ha llegado el beneficio del crecimiento de la última década. Ollanta no es un revolucionario marxista, al estilo de Fidel Castro o Hugo Chavez, que quiere destruir el estado capitalista para instaurar un estado socialista, sino, es un socialdemócrata que desea impulsar reformas sociales a favor de las grandes mayorías dentro del estado capitalista, es decir, Ollanta quiere humanizar el capitalismo. En ese aspecto, plantea: implementar el programa ‘Pensión 65’, creando una jubilación universal y solidaria para aquellos trabajadores peruanos que no han cotizado para asegurar una vejez menos sufrida. Esto, se viene dando en otros países, como Chile, Brasil, Argentina o Bolivia; la reducción del precio del balón de gas, en Bolivia y Ecuador es la tercera parte de lo que cuesta en el Perú; aumentar el presupuesto del sector de la educación y salud para contar con un servicio de calidad (el dinero lo obtendrían del impuesto a las sobreganancias mineras y aumentando el impuesto directo), entre otras propuestas de interés nacional.
Las propuestas de Ollanta ha aterrorizado a los a los grupos de poder económico y de las grandes transnacionales, ellos no quieren que toquen un ápice al modelo económico neoliberal, el cual, le garantiza faraónicos ingresos. En ese sentido, para mantener el “statu quo”, el poder económico utiliza su maquinaria mediática con el fin de satanizar la figura de Ollanta y con ello atemorizar a sus potenciales electores. Recordemos como se utilizó la guerra sucia contra Susana Villarán. En latinoamericana, a todo candidato presidencial progresista que apuesta un modelo económico alternativo a favor de las mayorías se le descalificaba con adjetivos: aliados del terrorismo, estatista, comunista, castrista, chavista, etc. A pesar de eso, salieron muchos de ellos, elegidos como presidente en sus respectivos países: Ignacio Lula (Brasil), Daniel Ortega (Nicaragua), Evo Morales (Bolivia), Cristina Kirchner (Argentina), Fernando Lugo (Paraguay), José Mujica(Uruguay). En el Perú, es tan fuerte la cólera contra los políticos de la derecha que el terrorismo mediático no ha mellado la candidatura del candidato de “Gana Perú” La derecha que llegó al gobierno no cumplieron sus promesas electorales a favor del pueblo, solamente se dedicaron a saquear sin ninguna contemplación las arcas del Estado.
Por último, hay que tener en cuenta, también, en esta lid electoral, de seguro en la sombra, EE.UU viene interviniendo (como lo hace en muchos países, inclusive militarmente). No puede dejar a su suerte su patio trasero. En ese aspecto, como sucedió en la elección presidencial del 2006, de acuerdo a los Wikileaks, la embajada norteamericana intervino para determinar que Alan García pasara a la segunda vuelta. Alan tenía mayor opción que Lourdes Flores en derrotar a Ollanta Humala. Si Ollanta se enfrentaba con Lourdes lo ganaba. El país imperial no podía correr ese riesgo, pues el Perú cuenta con ingentes recurso naturales que le sirve para el desarrollo industrial de EE.UU y sus aliados, por lo cual deben ser protegidos.
En ese sentido, en esta elección presidencial, viendo que Ollanta Humala tiene grandes posibilidades de pasar a segunda vuelta, de seguro, EE.UU ya vio que PPK y Keiko no le van a ganar Ollanta (Castañeda no es considerado por estar mal en la encuesta), por eso apostará por Toledo para que pase a la siguiente vuelta.
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