EL REGRESO DE LA MAFIA
“El Pueblo no es desmemoriado”
Walter Montañez Vargas.
En la década del 90 tuvimos con Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos un gobierno mafioso. En la caída de Fujimori fue determinante la histórica Marcha de los Cuatro Suyos, donde muchos de nosotros, aún más jóvenes, ahora, con menos pelo y con muchas canas a cuestas, participamos en esa gesta. Después de haber transcurrido once años de ese gran acontecimiento, la mafia fujimontesinismo, que ha recompuesto su organización política (Fuerza 2011), después de haber sufrido durísimos golpes con el encarcelamiento de varios de sus integrantes por ladrones y asesinos, principalmente de su jefe Alberto Fujimori, quiere regresar de nuevo a Palacio con la ayuda de Alan García. Para ello, lleva como candidata a Keiko. ¿El pueblo permitirá el regreso de la mafia?
LA REELECCIÓN
Alberto Fujimori contraviniendo las disposiciones de su propia Constitución de 1993 y el fallo del Tribunal Constitucional (TC) postuló por tercera vez a las elecciones presidenciales del 2000. Por la posición del TC, de no dar pase a la reelección, tres de sus miembros fueron destituidos arbitrariamente por Fujimori; en protesta a ello, el 4 y el 11 de junio de 1998, salieron miles de universitarios a las calles. Era el inicio de una respuesta masiva contra el Gobierno. El miedo al régimen de Fujimori se estaba perdiendo.
En las elecciones presidenciales, llevadas a cabo el 9 de abril del 2000, la primera vuelta lo ganó Fujimori, quedando en segundo lugar Alejandro Toledo. A la segunda vuelta, Toledo, no se presento aduciendo que había signos de fraude. Entonces, Fujimori al no tener contendor sale elegido por tercera vez el 28 de mayo de ese año para el periodo (2000-2005). Debemos recordar, Fujimori, en la primera vuelta, atacó con saña a sus competidores: Toledo, Castañeda y Andrade. Para la guerra sucia sin cuartel se prestaron los medios de comunicación previo soborno.
Hay que tener en cuenta que en la campaña reeleccionista de su padre participó Keiko, a pesar que firmó el referéndum, en el año 1999, contra la no reelección de su progenitor: Ella, cínicamente, justificó su proceder con estas palabras: “(...) prefería que mi papá no postulara como hija, pero como ciudadana creo que el país lo necesita" (1). El referéndum no se llevó a cabo por que el JNE, controlado por el gobierno fujimontesinista, no le dio luz verde. En ese tiempo, la hija del presidente tenía 25 años para sentir ya la podredumbre que olía el gobierno de su padre y poder alejarse como lo hizo su mamá Susana Higuchi oportunamente. Keiko no se apartó del gobierno por ser parte del proyecto político autoritario y mafioso del fujimorismo.
Después de la elección de Fujimori, que había sido fraudulenta, la indignación del pueblo se iba acumulando. Esto era alimentado también por la crisis económica que se vivía desde el 2007. Las protestas se realizaban por diferentes partes del país, los ciudadanos comenzaron a organizarse como “colectivos”. En Lima (Plaza de Armas) se comenzó a “Lavar la bandera”. Era un ritual cívico que expresaba la necesidad de limpiar nuestra nación de la corrupción del gobierno. Esta escena se repetía todos los viernes hasta la caída del régimen. El ingenio del pueblo creó también “El Muro de la vergüenza” que era una tela grande donde se colocaba las fotos de los funcionarios corruptos para que los transeúntes escribieran en ella su apreciación sobre esos personajes. Dichos actos se trasladaron a los distritos populosos, como Villa El Salvador, en el cual muchos vecinos del distrito participaron con entusiasmo. Asimismo, otra forma de protesta mayor se comenzó a organizar: “La marcha de los Cuatro Suyos”. Para ello empezaron a coordinar los partidos de oposición, la CGTP, estudiantes y decenas de organizaciones nacionales. Una multitud de voluntades se echo andar. Es así, víspera a las fiestas patrias comenzaron llegar decenas de miles de personas del interior del país a Lima para concretizar la marcha de de los cuatro suyos.
LA MARCHA DE LOS CUATRO SUYOS
Llegamos a la fecha esperada, 27 de julio del 2000, mitin en el Paseo de la Republica, con una asistencia aproximadamente de 250 mil personas que provenían de todos los rincones del Perú, en el acto estaban: Jorge del Castillo, Castañeda Lossio, Fernando Belaunde, Alberto Andrade, Alejandro Toledo, Susana Villarán, Álvaro Vargas Llosa, Javier Diez Canseco, José Luis Risco (CGTP), entre otros. Desde las 6 p.m. delegaciones de las organizaciones populares del Perú profundo, universidades locales, de colegios particulares o de los barrios más pobres de Lima, desfilaban coreando lemas combativos, entre ellas: ¡keiko está muy gorda, los niños tienen hambre!, ¡Si no hay solución tomamos el Palacio!, ¡Y va caer, y va caer, la dictadura va caer¡ Siempre de pie, nunca de rodillas!...
El 28 de julio, Alberto Fujimori ya elegido de nuevo como presidente, juramenta el cargo. Esa fecha fue también día culminante de la “Marcha de los cuatro suyos”, por eso, miles de manifestantes, encabezados por Alejandro Toledo, portando carteles, pancartas y bombos, estaban en la calle protestando contra la reelección ilegal de Fujimori. Los marchantes querían llegar al Congreso de la Republica para impedir la juramentación de Fujimori, pero se encontraron con la dura represión de la policía que lanzaba gases lacrimógenos a diestra y siniestra. En plena refriega policial, a las once de la mañana comenzó a incendiarse el edificio del Banco de la Nación (BN), donde murieron asfixiados y quemados seis vigilantes. Al día siguiente, el gobierno responsabilizo a los organizadores de la manifestación el incendio del BN. Esto lo hacia para desvirtuar la marcha, desarticular, espantar y descabezar al movimiento social. Al final se descubrió que el atentado al BN fue realizado por el fujimontesinismo. Ese era el estilo sucio de “Los siameses” (Fujimori y Montesinos) para arremeter cualquier protesta popular. La marcha de los cuatro suyos hirió mortalmente al régimen fujimorista, era cuestión de tiempo su caída.
Llegamos al 14 de Nov. del 2000, donde se emite una cinta públicamente, en ella Vladimiro Montesinos, en la salita del SIN, sobornaba con 15 mil dólares al electo congresista Alberto Kouri con el fin de que se pase a las filas del fujimorismo para tener una mayoría absoluta en el Congreso y así aprobar leyes contra viento y marea. El video mostró la punta del iceberg de la corrupción que reinaba en el gobierno de Fujimori. Esto obligó inmediatamente a Alberto Fujimori a convocar a elecciones para el 2001 sin su concurso. Antes de ejecutar lo anunciado, Alberto Fujimori el 13 nov. del 2000 se fugó del Perú a Japón aprovechando ser ciudadano japonés, y desde ese país renunció, vía FAX, el cargo de la presidencia de la República.
LA ESPERANZA VENCERA AL MIEDO
Ollanta Humala y Keiko Fujimori vienen disputando en la segunda vuelta electoral el cetro presidencial. Uno representa el cambio, mientras la otra representa el continuismo. Uno representa la esperanza de las grandes mayorías, mientras la otra representa el proyecto político de la mafia fujimontesinista, tal es así, la misma gente que estuvo en el gobierno corrupto de la década del 90 le acompaña a Keiko. Ahora bien, en cuanto al plan, Ollanta al no alcanzar la mayoría simple en la primera vuelta, para ganar en la segunda vuelta, tuvo que ajustar su plan de gobierno. En coalición con otras fuerzas sociales y políticas elabora un nuevo plan: “Plan de Concertación”. En ella se mantiene el eje principal del gobierno: Crecimiento económico con inclusión social. Es decir la bonanza económica, que llega solamente a los amigos de Alan García, llegue a las grandes mayorías. Mientras Keiko, básicamente mantiene su plan de la primera vuelta; debemos de tener en cuenta, la ultraderecha y los grupos de poder económico, representado por PPK, ipso facto, en la segunda vuelta, se unió a la hija de Fujimori, pues en el programa de gobierno de ella se mantiene sus grandes privilegios.
Por tanto, en esta elección presidencial, los líderes, dirigentes políticos y de las organizaciones sociales, en especial de Villa El Salvador, deben de tomar una posición en contra del retorno de la mafia fujimontesinista, que no solamente robo las arcas del Estado, sino corrompió moralmente al país. De otra manera su silencio, su inacción, será entendido que están por el regreso de la mafia representado por Keiko. En estos momentos debemos de entender que la figura de Ollanta Humala pasa a segundo plano, ahora esta en juego la dignidad y la autoestima de los peruanos. Un pueblo sin dignidad, ni autoestima, es un pueblo sumiso, miedoso, que vive de rodillas. Solamente, un pueblo con autoestima alta podrá alcanzar un país desarrollado con justicia social.
(1) http://meridianoperu.blogspot.com/2010/03/keiko-fujimori-rompio-con-la-corrupcion.html
http://www.caretas.com.pe/1998/1527/keiko/keiko.htm