Walter Montañez Vargas
A
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10 días
de las elecciones municipales la cosa esta cantada. En Villa El Salvador
(VES) gana al galope Guido Iñigo y en
Lima pierde por goleada Susana Villarán.
Dichos resultados no son gratuitos,
es debido a la manera como han gobernado cada uno en sus
respectivas comunas. Bien dice la máxima: Lo que se siembra se cosecha. Uno
sembró puro cemento que encandiló a los vecinos, y la otra, políticas
municipales que causó rechazó en la mayoría del pueblo llano.
EN VILLA EL SALVADOR
¿Por qué Guido es el favorito?
Villa El Salvador cuenta con 13
candidatos que están dispuestos a todo
por ocupar el sillón municipal. Unos cuantos tienen la billetera gorda para
financiar una campaña millonaria. Esos gastos astronómicos traen mucha
suspicacia, teniendo en cuenta que el alcalde electo no lo va recuperar con su sueldo que percibe
en la municipalidad. Entonces, no es
gratuito que Jaime Antezana, especialista en temas de narcotráfico, haya
manifestado que en la lid electoral de Villa El Salvador estén participando 3
narcocandidatos.
Guido Iñigo asumió la alcaldía el
1ero. de enero del 2012 , gracias a que fue desbancado Santiago Mozo de la
municipalidad de VES, el cual, fue promovido por los regidores que le
acompañaban en su lista electoral “Perú Posible”. Bien dice el dicho, “cría
cuervo y te sacaran los ojos”. Mozo, en
su “declaración jurada de su hoja vida”
no había manifestado que tenía una sentencia condenatoria en el Poder Judicial
por el delito de defraudación tributaria en agravio a la SUNAT. Esa sentencia,
según la Ley Orgánica de Municipalidades, le obligaba a dejar el cargo de alcalde.
El JNE hizo cumplir la Ley.
Debemos de recordar, Mozo le ganó
a Michel Azcueta en las elecciones municipales
del 2010, no tanto por su dinero, porque sus contendores cercanos también lo tenían en abundancia, sino porque
los vecinos estaban cansados de tanta
demagogia de los políticos tradicionales que provenían de un mismo tronco
ideológico desde la fundación de Villa El Salvador. Estos, alegremente se sucedían
uno tras otro en el sillón municipal
hasta que apareció el pastor Mozo. Mozo en las últimas elecciones municipales
le cortó la cabeza al demagogo mayor y con eso se acabó para siempre su reynado
en nuestro distrito.
Guido, por aras del destino, nunca
lo había pensado, de un momento a otro
estaba sentado en el sillón
municipal. En un comienzo, entre los regidores PP, FS, Confianza Perú, que
promovieron la vacancia de Mozo, era sonrisas, palmaditas en las espaldas.
Todos se frotaban las manos pensando en su buena fortuna, ahora eran gobierno.
La municipalidad estaba a su disposición que podía satisfacer sus intereses
personales. Sin embargo, después,
cuando se comenzaron a repartirse los
cupos de poder en la municipalidad, unos quedaron expectorados del entorno del
alcalde, entre ellos los peruposibilistas Walter Quispe y Paola Gamboa.
Pensaron que si le daban poder al teniente alcalde Walter Quispe le podía serruchar el piso al
alcalde. De repente, podía haber sucedido, pues Walter tiene ambiciones políticas de querer llegar a
ser alcalde sí o sí. Por algo se cambió de camiseta, ahora es de Somos Perú.
Con Perú Posible, por la denuncia de corrupción que pesa sobre su líder
Alejandro Toledo, no tenía opción. Ante
esa desavenencia, los mencionados, pasaron a la oposición con la espada
desenvainada.
A Guido Iñigo, estando en el
sillón municipal, le siguió acompañando la buena suerte. En las arcas
municipales había encontrado más 27 millones de soles (1). Esto fue
principalmente fruto de la recaudación tributaria de la gestión de Santiago
Mozo. En ese entonces, como nunca los vecinos hicieron colas inmensas, hasta se amanecían, para
pagar sus deudas tributarias, de muchos años atrasados, acogiéndose a la amnistía
de los intereses de las deudas que Santiago
había decretado. Esta amnistía se debió a la gran movilización, del 15 de junio
del 2011, de los vecinos pidiendo la
anulación de los leoninos intereses de las deudas tributarias. Si la caja municipal se hubiera encontrado en
rojo, como lo dejaron muchos anteriores alcaldes a Mozo, otro hubiera sido la
situación en estos momentos del
alcalde Iñigo. Gracias a ese dinero se
comenzó a hacer obras como ningún alcalde que tuvo Villa El Salvador. Santiago
le dejó la mesa servida.
Sin embargo, estas obras eran
ejecutadas sin transparencia, donde a los dirigentes vecinales se les
ninguneaba cuando solicitaban informes técnico o el presupuesto de las obras
que se estaban ejecutando. Por ese hecho (y otros), la gestión de Guido tiene
varias denuncias en el Poder Judicial. El más grave de las denuncias es sobre
la irregularidad cometido en la Licitación de las Pistas (delito de colusión y
peculado), donde presuntamente fueron favorecidos tres miembros de una misma
familia con nueve contratos por el valor de 16 millones de soles. En esta
denuncia el fiscal consideró a Guido
como cómplice primario. Y para asegurar su presencia en el proceso penal, el
fiscal solicitó al juez que se varié la medida de comparencia simple a una medida más drástica de comparecencia restringida. El juez
acepta el pedido del fiscal. Por lo cual, Guido no puede salir del país y
tendrá que ir a firmar al juzgado cada treinta días. Como vemos, a Guido se le
agrava su situación judicial. Y si el juez lo condena tendrá que dejar el cargo (siempre y
cuando sea reelegido), porque así lo
manda la Ley Orgánica de Municipalidades. En su remplazo asumiría Eloy Chávez,
hombre de confianza de Guido, que postula como teniente alcalde en “Villa Cambia”,
movimiento político de Guido. Eloy, siendo alcalde, trataría de entorpecer las
investigaciones de otros probables dolos
cometidos en la gestión municipal de Guido.
A pesar de la corrupción que
reina en la municipalidad, el alcalde Guido mantiene una alta simpatía electoral. Es el favorito en ganar
las elecciones municipales del 2014. No le ha hecho mella las múltiples
denuncias por presuntos actos corrupción. En la conciencia de la mayoría de los
vecinos está de “Roba pero hace obras”.
Esta corriente de pesimismo se constituyó en el primer gobierno de Alan García
y se consolidó con la dictadura del preso
Alberto Fujimori. Vemos pues, el electorado viene pasando por una crisis
moral. Consideran que los que participan en política no tienen ética y entran a
la municipalidad solamente a robar en grande. Por eso, no le interesa si el
candidato sea corrupto o no. La credibilidad en los políticos se ha perdido. Y
lo más alarmante, esta situación se está empeorando que nos debe preocupar,
pues está en juego la viabilidad de ser una sociedad civilizada.
EN VILLA EL SALVADOR
Por qué Susana va perder por goleada.
Susana Villarán impuso su candidatura autoritariamente a las
fuerzas de izquierda que le acompañaban. Le tiró un portazo a la propuesta del
Frente Amplio de Izquierda de un “militante y un voto”. Su lista de regidores para
Lima lo conformó entre sus amigotes, no
fue una elección democrática. A pesar de eso, un sector de la izquierda plantea
votar por ella por ser el “mal menor”,
quieren premiar su soberbia, su actitud antiunitaria con la izquierda. Su política
antipopular con el sector popular. Su desprecio a la democracia participativa.
Su amoldamiento al sistema, nunca lo encaro. Vemos que esta izquierda es
masoquista. No percibe que, si sale
reelegida, seguirá acentuando con mayor
rigor ese tipo de comportamiento. Preguntémonos, ¿qué ganó políticamente la
izquierda acompañando a Susana en el gobierno municipal? Nada. Al contrario,
ahora, están más divididos y debilitados
que antes.
Recordemos. Villarán en el 2010 ganó las elecciones municipales gracias al apoyo del
pueblo de abajo. Hoy estos le han dado la espalda por no considerarlos en su
política municipal orientado a la “modernización de la ciudad”. Su
alejamiento del populorum empezó con la
acción represiva y sangrienta en la Parada (Mercado Mayorista), sucedido
en octubre del 2012. El Mercado
Mayorista era parte del damero de la Parada que
generaba miles de empleos al pueblo del llano: ambulantes,
carretilleros, cargadores, estibadores, etc. Hay que tener presente que
Susana en plena campaña municipal del 2010 había prometido que en el
terreno donde estaba ubicado el Mercado Mayorista se iba a construir un gran
mercado moderno y que iba ser administrado por sus propios trabajadores. Esa
promesa no lo cumplió. A ellos, en forma forzada, los reubicaron al mercado de Santa Anita. Y a los que no
fueron trasladados, los minoristas que trabajaban en la calle, se les prometió
que iban a ser reubicados en la “Tierra Prometida”. Esto, hasta ahora, no se
cumple. Una promesa más incumplida. El terreno se encuentra vacío, no se inició
su construcción (2).
Luego vino la represión a los ambulantes de Lima, a los
cuales se les confisca su mercadería y les aplican una multa de S/. 760.00 si les encuentran trabajando en las calles de
Lima (3). Susana solamente tiene el palo en la mano para los que se buscan su
sustento en la calle. No entiende que el problema de la desocupación se viene
incrementando por causa del modelo económico neoliberal (4).
Últimamente la alcal
de las vías principales de Lima
en favor de los grandes consorcios de transporte. Esta reforma trae un altísimo costo social, miles
de familias quedarán en el desamparo, sin trabajo.
desa inició la reforma de
transporte público, previa privatización
“Cien mil familias viven de
manera directa del sistema de transporte. Si sumamos a quienes de manera
periférica han hallado un sustento en el transporte (dateros, lavadores,
llamadores, vendedores en los medios de transporte, etc.), pueden superar los
500 mil” manifestó la congresista Verónica Mendoza. Ese problema social le
interesa un bledo a Susana. A ellos no se les plantea una alternativa de
trabajo. Les deja a su miseria suerte. Claro que, con esa política, se gana los
aplausos del Perú formal.
Por lo mencionado, por su
política municipal antipopular con los de abajo, los que votaron por ella en el
2010 ahora engrosan los votos de Castañeda. Ni siquiera los que votaron por la
NO a la revocatoria, Oct. 2012, están
con ella. Los votos que cuenta Castañeda son más que nada votos anti-Susana que
proviene gran parte del sector popular.
Hoy Castañeda supera el 50% de aceptación, mientras que Susana esta alrededor
del 10%. Ni aunque Castañeda se retire de
la contienda electoral esos votos van a pasar a Susana. A 10 dias semanas de las elecciones, es difícil
que se revierta esta situación.
Por tanto, Castañeda, a pesar que
está comprometido por lo de COMUNICORE, será elegido como nuevo Alcalde de Lima. Él, como político
neoliberal, seguro seguirá la misma política de Susana con algunos maquillajes.
Seguirá “modernizando la ciudad” bajo el molde neoliberal. Una modernización
sin inclusión social que alimentará aún más le desigualdad social.
Anexo.