Walter Montañez Vargas
El sábado pasado, 30 de agosto lo pasé con los hermanos de Alfa y Omega. Ese día se llevó
a cabo la primera “Escuela de Formación Política y Filosófica”. El evento se
llevó en Santa Eulalia, en el fundo de los hermanos. En el desarrollo del encuentro, los participantes realzaron los VALORES COMUNITARIOS, hoy día
muy venido a menos en las organizaciones políticas de la izquierda. Todo por
amoldarse a los valores del sistema capitalista. Por otro lado, debo decir, la vivencia, el compartir,
mi cierta cercanía con los hermanos de Alfa Omega, hace que se resquebraje, de cierta manera, los cimientos de mi AGNOCISMO.
QUÉ ES EL “MOVIMIENTO
COMUNITARIO ALFA Y OMEGA”
No sé mucho del movimiento, pero me interesa conocerlo más,
solamente soy un amigo. Por el documento que se me alcanzó en el curso debo
decir, en términos generales, que ellos apuestan en la tierra por construir un mundo justo sin
clases sociales, porque así lo quiso Cristo.
Algunos párrafos del manuscrito que se me alcanzó:
-Jesucristo enseñó de un Reino de Dios en la tierra en la
que se suprimen las clases sociales (Mc.10, 25; Lc6,20,24), un reino de Dios
que quiere derribar a los gobernantes de sus tronos y exaltar a los humildes,
llenar de bienes a los hambrientos y a los ricos despedirlos sin nada (Lc1,
52-53).
-Decir que Jesucristo no se mete en política, implica que no
se ha entendido nada de los profetas y nada de la condenación intransigente de
Cristo contra los ricos; es negar los hechos históricos. El hecho histórico más
incontrovertible entre los que científicamente constan es que Jesucristo murió crucificado,
y que la crucifixión era el género de muerte reservado para los delincuentes
políticos. El investigador Johanes Shneider, en el artículo sobre la palabra
Stauros (cruz) dice: “En las provincias romanas el castigo de la crucifixión
era uno de los más poderosos medios para la conservación del orden y de la
seguridad. Los gobernantes hacían sufrir la muerte de la cruz, propia de
esclavos, sobre todo a los luchadores libertarios que pretendían independizar a
sus pueblos de la autoridad romana.
-Lucas nos dice de los primeros cristianos: “Todos los
creyentes tenían todo en común (Act. 2, 44). Y también: “Ni uno solo decía ser
suya cosa alguna” (Act. 4, 32), lo cual revela que el comunismo fue universal,
no de uno cuantos: “Todos los creyentes”. Para ser cristiano la condición era
el comunismo. Ser cristiano era optativo, nadie era obligado a serlo. Pero,
para el cristiano el comunismo era obligatorio. Lo cual es acorde con las
palabras de Cristo: “Todo aquel que no renuncie a todo lo que tiene no puede
ser mi discípulo, (Lc 14, 33)”.
LA PARTIDA EN BUSCA
DEL CONOCIMIENTO
Salimos el viernes de Manuel Gómez (Lince), local de Alfa y
Omega, a las 5.45 p.m. Para nuestro
traslado (autofinanciado por nosotros mismo) se había contratado un carro particular, en ella
entraron alrededor de 35 hermanos (denominación con que se llaman los miembros
de Alfa y Omega). Me senté junto con la hermana Ana María, quien es co-conductora
del programa radial Armagedón. Lo
reconocí por la voz, pues soy un asiduo oyente de dicho programa (1). Nos
hicimos amigos, conversamos, me explicaba sobre el movimiento comunitario Alfa
y Omega. La manera como me hablaba deduje que era una chica inteligente de
facilidad de palabras y conocedora de
varios temas. Tenía una voz muy especial, que era agradable escucharlo.
A Santa Eulalia, que
se encuentra ubicado en el Km. 39 de la Carretera Central, llegamos a las 9.15 p.m. Llegamos a esa hora,
pues en el trayecto, por Vitarte, hubo un atolladero casi de media hora.
Entramos al fundo de Alfa y Omega, que tenía una extensión de una hectárea, no
había luz, todo era oscuro. Todo era natural. Solamente nos alumbraba las
estrellas, el cielo estaba limpio, se escuchaba a lo lejos el ruido del rio que
pasaba por el fundo. Y los cerros colindantes estaban limpios, libres de casuchas como lo tienen los cerros de Lima
por la pobreza que reina. Sobre el rio, me decían que tenía su agua limpia, eso
es extraño, seguro que no hay una mina cerca, pues esta contamina todo lo que
toca.
Con las linternas, que algunos hermanos habían traído, nos
alumbramos para caminar un buen trecho y
llegar a la casa de campo. Fuera del bullicio electoral y la contaminación de
Lima, el ambiente era totalmente agradable, tranquilo y libre de todo estrés de
la capital. Había un silencio acogedor, el viento que nos cubría era apacible y
fresco. Se podía respirar un aire limpio, libre del CO2 que cubre la atmosfera
de la ciudad de Lima. Asimismo, el agua que se consumía no era de SEDAPAL, sino
provenía de un manantial. Agua totalmente natural y no procesada como lo que
consumimos en la capital. Esperamos que
no exista un yacimiento minero en Santa Eulalia, sería una desgracia para ese
distrito, porque desaparecería ese hermoso ambiente natural.
Antes de ir a dormir, después de tomar un lonchesito, el
hermano Carlos Romainville, que es el líder del Movimiento Comunitario Alfa y
Omega, nos reunió para darnos la bienvenida. Previamente hicimos un círculo
para presentarnos. Cada uno lo hizo, dijo su nombre y su ocupación. Acto
seguido, conformamos grupos de 7 personas. Cada grupo tenía un nombre: La Semilla
Ciencia Celeste, La Molécula, Los
obreros del Mundo, Los Proletarios. Yo estaba en el grupo de la Molécula y mi coordinadora, cosa del destino, era la
persona con quien vine conversando en el carro, fue Ana María. Estos grupos se conformaron
para facilitar el aprendizaje de los temas a tratar en la escuela.
Ya eran más de las doce de la noche, muchos estaban
somnolientos. Para dormir unos hicieron su carpa al aire libre, otros ocuparon
los cuartos del fundo. En el primer piso estaban los varones y el segundo las
mujeres. Había un ambiente de fraternidad. Para dormir hicimos uso del triplay
que había, lo extendimos en el piso. Yo tenía dos frazadas. Quería cubrirme con
las dos, pero no pude, pues la otra la utilice como cabecera. Esa noche no pude
conciliar el sueño, a lo más habré dormido una hora, la razón es que uno de los hermanos roncaba. Soy muy sensible
al ruido. Los estragos, por no dormir, lo sufrí a la hora de la clase.
EL DÍA DE LA ESCUELA.
El domingo, a eso de las 5 a.m., uno de los hermanos de Alfa
y Omega comenzó a tocar una campanita para
levantarnos. Así lo hicimos. El Hermano Carlos nos reunió para hacer un
ejercicio matinal. Yo estaba fuera de forma, a pesar de eso, hice algunos
estiramientos. El hermano Rene fue nuestro
instructor. Nos enseñó a saber respirar, dice que una adecuada respiración ayuda a curar muchos males. Luego, de media hora de ejercicio, para
alegrar la mañana, cada grupo tenía que interpretar una canción. Las canciones no tenían que ver para nada con Julio
Iglesias, Gianmarco, Abencia Meza, tenía
que ser una canción testimonial (cuyas letras se relacionan con la justicia
social). Nos alcanzaron una hoja para
escoger al autor. La que más me gustó fue la canción de “Venceremos” (del grupo
chileno Inti-llamani), cantado por los
hermanos del grupo “Los Proletarios”. Al final, todos, con el puño en alto a
una sola voz cantamos la “Internacional”, himno de los despojados del mundo.
Esa canción me emocionó bastante.
Después nos fuimos a
la canchita de fulbito, entre todos los hermanos se armó tres equipos mixtos.
Yo no quería jugar, pues no quería hacer el ridículo. Pero el hermano Carlos me
llamó para jugar. Las reglas eran simples, al primer gol, el otro equipo
entraba. Jugué tres partidos, que lo perdimos, después de muchos años toque una
pelota. Me alegre mucho de correr dentro de la canchita, aunque sea por gusto,
pues muy poco me alcanzaron la pelota.
Luego del partido nos fuimos a tomar un desayuno, nos
sirvieron yogur, en ella había plátanos en rodaja. Me dijeron que el plátano
era una fruta orgánica del fundo y para
su germinación no se usó pesticida ni abono inorgánico. Ahora que las frutas
transgénicos viene inundando el mercado de Lima, aquello fue saludable. Para endulzar el yogur no se utilizó
el azúcar blanca o rubia (como comúnmente lo hacemos en casa) se hizo usó de la
miel de caña. Terminado el desayuno, cada uno tenía que lavar su taza. No era
que otros lo lavaran (los sirvientes) como se estila en los eventos sociales-políticos
(tanto de la derecha como de la izquierda).
Después del desayuno natural-orgánico
se pasó al salón para que empiece las clases. El tema a tratar fue: “Cristo
revolucionario, fundamento histórico y aportes de la Doctrina de Cordero de
Dios”. El tema lo desarrolló el hermano
Carlos. En base a esa información, cada grupo en un papelógrafo daba su parecer
sobre el tema. Mi grupo, “Las Moléculas”, concluyó “que el cristianismo era
comunista con filosofía de niño, que apuesta por la igualdad y su doctrina es
revolucionaria…”
Terminado la clase, pasamos a preparar el almuerzo. Cada
grupo constituido tenía una tarea, uno iba a recoger leña, otros hacían la
limpieza, a mi grupo le tocó estar en la cocina. Se hacía una labor comunitaria,
como en el tiempo de los incas, donde todos ponían el hombro. Esta acción estaba en contra de los valores
del capitalismo, donde unos sirven a los otros. Se nos sirvió un almuerzo
vegetariano, esto iba incluido con yapa, por el cual quedé satisfecho. Acto
seguido teníamos que lavar nuestros platos.
Luego nos fuimos un rato a reposar, me quede dormido, quizás por no haber conciliado el sueño la
noche anterior.
A eso de las tres de la tarde, el hermano Carlos nos convocó
a una reunión conjunta para hacer una
evaluación del día transcurrido. Por ahí un hermano, tomó la palabra y
manifestó en voz alta muy indignado: “Como es posible que hablemos de comunismo
cuando en la cocina hay varios platos sin lavar”. Yo me sorprendí de la actitud
sin medias tintas del hermano. Su interrogación tenía razón. No debía de
haber hipocresía en el grupo, de nada
había valido de que hablemos de valores comunitarios cuando eso no se estaba
cumpliendo. Para mi tranquilidad, otro hermano respondió: “Lo que pasa que esos
platos (que no fueron lavados) fueron
dejados por los niños (hijos de los hermanos), ellos no lo lavaron porque están
más al juego”. Ese gestó de los hermanos dice muchos de ellos. Los
valores comunitarios: la solidaridad, la cooperación, la honestidad, la
participación, el respeto, el amor al
prójimo, se tienen que cultivar en el nuevo hombre. Por lo que vi en el evento los hermanos de Alfa y Omega están en esa
tarea. Sin ella no se avanza en la construcción de un mundo más justo.
SALIDA DEL FUNDO
A eso de las 5 p.m. salimos del fundo, había confraternizado
con muchos de ellos, pues anteriormente a ninguno conocía, salvo al hermano
Carlos. La clase me era satisfactorio. La manera como percibían a Cristo, como
un hombre revolucionario que había buscado la justicia social en la tierra, hizo tambalear mi agnocismo; pues consideraba
a Cristo todo lo contrario a lo mencionado. La siguiente clase se quedó para el domingo 21
de setiembre. Son seis clases, uno por mes. El tema a tratar en la segunda
clase es “El nuevo hombre y mujer como protagonista de los grandes cambios de
la sociedad”. Un tema coyuntural. Hoy más que nunca se requiere de hombres con
nueva mentalidad y actitudes, y cuya herramienta de trabajo sea la información
y el conocimiento. De otra manera el CAMBIO no se va garantizar. Espero terminar
el curso, a menos que se presente en el camino alguna inconveniencia fuera de mi voluntad.
Nos embarcamos en el carro, rumbo a Lima. Me baje en el puente Santa Anita. De
allí tome mi movilidad a Villa El Salvador. Llegué a mi casa a las 8.15
p.m. Mi anciana madre, que todavía me
acompaña, me recibió llorosa, pues pensaba que me había pasado algo, ya que mi
hijo llamó a mi celular y no contestaba. El problema fue que en Santa Eulalia
no llegan las llamadas a Claro. Al día siguiente, como cualquier día de la
semana, salí a trabajar.
Anexo:
(1)
Programa radial Armagedón: Radio Cielo 1010
AM, de lunes a viernes de 8-10 p.m.
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