LA SEGUNDA INDEPENDENCIA DEL PERU (segunda parte)
Walter Montañez Vargas.
El sistema mercantilismo capitalista (proteccionismo, con fuerte participación del Estado), siglo XVI -XVIII, que sirvió de base para el inicio del desarrollo económico de los países europeos, dio paso al sistema de “libre mercado”. Dicho pensamiento, promovido por los británicos, en América, comenzó a tener vigencia a partir de la independencia de las colonias de España. La teoría de libre mercado, de acuerdo Adam Smith (1776), en su libro “La Riqueza de las Naciones”, predica que el Estado no debe participar en la regulación del mercado (oferta y demanda). El mercado debe regularse por si misma: “dejar hacer, dejar pasar” (libre concurrencia). En ese entonces, no existían empresas monopólicas y/o oligopólicas que podían dominar el mercado, restringiendo y/o distorcionando la libre concurrencia.
En el Perú, nuestra burguesía naciente, gracias a los grandes recursos obtenidos por la exportación del excremento de las aves marinas (guano), no pudo consolidarse, como clase dominante, por su sumisión al gran capital ingles, y, a la vez, por mantener relaciones de convivencia con la oligarquía regional y caudillos militares. Por ello, en nuestra incipiente república, se mantuvo vestigios del sistema colonial a lo largo de muchos años de nuestra vida republicana.
Es así, por tener una economía semicolonial y semifeudal, la teoría del libre mercado, aprovechando las ventajas comparativas, básicamente, funcionaba en el comercio exterior (comprar y vender), pues, en el proceso de producción interna, minera y agrícola-exportadora, existía relaciones de producción precapitalista (relación servil y esclavista).
CREACIÓN DEL PARTIDO CIVIL
Después de la independencia, 1821, hasta la década de 1870, el país vivió en total anarquía, se sucedieron en el gobierno diferentes caudillos militares (con el apoyo de los caciques oligárquicos provinciales). Las guerras civiles estuvo al orden del día. Esto permitió en el Perú la feudalización de la política, evitando la integración económica y política de la República peruana. Tenemos que tener en cuenta que la “Integración Nacional”, en los países europeos, sirvió de base para su desarrollo.
Durante la década de 1860 los comerciantes del guano (burguesía comercializadora), dirigido por Manuel Pardo, constituyeron el Partido Civil, para enfrentar al caudillismo militar, al terrateniente, y la crisis. Estos liberales pragmáticos, tenían una estrategia económica de realizar el llamado “desarrollo hacia afuera” (exportación de productos primarios) a fin de concretar el crecimiento económico y la integración política del Perú. Todo lo contrario a lo que sucedió en Europa, que promovieron, primero, el “desarrollo hacia dentro” (industrialización del país para sustituir los productos importados). El “desarrollo hacia fuera” se conseguiría intercomunicando las áreas productiva mediante la construcción de ferrocarriles.
El Partido Civil llegó al gobierno con Manuel Pardo (1872-1876). La elección de Pardo no solo suponía el ascenso del primer civil a la presidencia de la república, sino la emergencia política de la burguesía sobre los terrateniente. El presidente Pardo no pudo realizar sus “proyectos” por el agotamiento de la reserva del guano, base de la economía peruana, al mismo tiempo que otros productos aparecían como sustituto. Simultáneamente, la banca europea entró en periodo de crisis, de manera que Pardo no pudo concertar un nuevo préstamo para aliviar la grave situación fiscal del país.
GUERRA CON CHILE
Llegamos a la guerra con Chile (1879), guerra del salitre, en bancarrota fiscal, que se arrastraba desde el gobierno de Pardo. En ese entonces, el presidente del país era Manuel Ignacio Prado. Cerca de treinta años el Perú, por los ingresos del guano y el salitre, había contado con una bonanza económica, el cual se derrochó alegremente, para lograr un vigoroso crecimiento económico que facilitara su constitución como República (país integrado tanto en lo político, económico y social). En ese sentido, la posesión del guano fue una oportunidad perdida
La guerra con Chile se asumió sin el presidente Manuel Ignacio Prado, pues, en plena guerra, se fugó cobardemente al extranjero con el cuento de conseguir armamentos, generando un vació de poder político. Esto aprovechó Nicolás de Piérola para dar un golpe de estado y así dirigir la organización de la defensa de Lima. En el conflicto, la consigna de un buen sector de la burguesía comercial era “Primero los chilenos que Piérola”. Ellos, conjuntamente con los terratenientes, según, Andrés Avelino Cáceres, para preservar sus fortunas privadas, fueron eficaces colaboradores del invasor. Querían la paz a cualquier costo, pues la prolongación de la guerra afectaba sus intereses. Rechazaban la resistencia armada. De la misma manera, un gran sector de la masa indígena no se identificó en la defensa del suelo patrio (por carecer del sentimiento de patria). A los indígenas no les interesaba la paz, ni la guerra, pues, los grandes propietarios (raza blanca), por su actitud racista, seguirían con el odio y desprecio visceral a los indios.
La ocupación chilena culminó en 1883, con la firma del “Tratado de Ancón”, donde el Perú pierde (regala) la provincia de Tarapacá (poseedora del salitre). En la firma del tratado participó, por el Perú, el presidente Miguel Iglesias, quien se subordinó a los intereses chilenos. Tal es así, que se alineó con el ejercito chileno para combatir a Cáceres, quien resistía en la sierra central peruana contra la ocupación de Chile.
LA REPÚBLICA ARISTOCRATICA (1895-1919).
Después de la guerra con Chile, el poder volvió a caer en manos de los caudillos militares (1883-1895). Luego, los “civilistas”, del Partido Civil, donde estaban, principalmente, los comerciantes guaneros, salitreros y prestamistas, recuperaron el poder político instaurando la República Aristocrática, que abarcó de 1895 a 1919. Fue el periodo de más larga sucesión democrática en la historia del Perú. Se llama República Aristocrática porque favoreció a los ciudadanos pertenecientes al círculo aristocrático (clase alta).
Con respecto a la guerra con Chile. Los intelectuales “civilistas” querían encontrar respuestas de por qué una mayoría de peruanos no se identificaron en la guerra con Chile. En ese sentido, analizaron las deficiencia de la sociedad peruana. Encontraron, que el Perú estaba desintegrado social, económica, cultural y políticamente. En ese aspecto, se quería organizar un aparato estatal de dimensión nacional. A la vez contar con un Estado que promueva la integración del país, y cultive un sentimiento nacional (Identidad Nacional). Para ser efectivo el proyecto, se requería contar con una burguesía progresista, políticamente aglutinada. De esa manera se podría dar el inicio de la formación de una autentica economía capitalista nacional.
En lo referente a la economía del país. En esta fase, luego de la guerra con Chile, se encontraba devastada. El guano ya no era alternativa de acumulación. Por ello se miró, principalmente, a la agricultura y minería como nuevos recursos de acumulación capitalista. El azúcar, el algodón, el cobre, plomo (metales industriales), entre otros, pasaron ser los nuevos productos de exportación. Estos productos le interesaron a los capitales norteamericanos para ser explotados. Por ello, comienzan a penetrar en la economía peruana, desplazando a los capitales británicos.
Continuará.
Bibliografía: Jorge Basadre (Perú, Problemas y Posibilidades), Marcial Barrón (Perú: Historia del Saqueo), Ernesto Yepes (Capital Ingles y el capital americano), Julio Cotler (Clases, Estado y Nación en el Perú), José Carlos Mariategui (7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana),Carlos Milla (En que Momento se Jodío el Perú), Nelson Manrique (Guerra del Pacífico y lucha de clases).
El sistema mercantilismo capitalista (proteccionismo, con fuerte participación del Estado), siglo XVI -XVIII, que sirvió de base para el inicio del desarrollo económico de los países europeos, dio paso al sistema de “libre mercado”. Dicho pensamiento, promovido por los británicos, en América, comenzó a tener vigencia a partir de la independencia de las colonias de España. La teoría de libre mercado, de acuerdo Adam Smith (1776), en su libro “La Riqueza de las Naciones”, predica que el Estado no debe participar en la regulación del mercado (oferta y demanda). El mercado debe regularse por si misma: “dejar hacer, dejar pasar” (libre concurrencia). En ese entonces, no existían empresas monopólicas y/o oligopólicas que podían dominar el mercado, restringiendo y/o distorcionando la libre concurrencia.
En el Perú, nuestra burguesía naciente, gracias a los grandes recursos obtenidos por la exportación del excremento de las aves marinas (guano), no pudo consolidarse, como clase dominante, por su sumisión al gran capital ingles, y, a la vez, por mantener relaciones de convivencia con la oligarquía regional y caudillos militares. Por ello, en nuestra incipiente república, se mantuvo vestigios del sistema colonial a lo largo de muchos años de nuestra vida republicana.
Es así, por tener una economía semicolonial y semifeudal, la teoría del libre mercado, aprovechando las ventajas comparativas, básicamente, funcionaba en el comercio exterior (comprar y vender), pues, en el proceso de producción interna, minera y agrícola-exportadora, existía relaciones de producción precapitalista (relación servil y esclavista).
CREACIÓN DEL PARTIDO CIVIL
Después de la independencia, 1821, hasta la década de 1870, el país vivió en total anarquía, se sucedieron en el gobierno diferentes caudillos militares (con el apoyo de los caciques oligárquicos provinciales). Las guerras civiles estuvo al orden del día. Esto permitió en el Perú la feudalización de la política, evitando la integración económica y política de la República peruana. Tenemos que tener en cuenta que la “Integración Nacional”, en los países europeos, sirvió de base para su desarrollo.
Durante la década de 1860 los comerciantes del guano (burguesía comercializadora), dirigido por Manuel Pardo, constituyeron el Partido Civil, para enfrentar al caudillismo militar, al terrateniente, y la crisis. Estos liberales pragmáticos, tenían una estrategia económica de realizar el llamado “desarrollo hacia afuera” (exportación de productos primarios) a fin de concretar el crecimiento económico y la integración política del Perú. Todo lo contrario a lo que sucedió en Europa, que promovieron, primero, el “desarrollo hacia dentro” (industrialización del país para sustituir los productos importados). El “desarrollo hacia fuera” se conseguiría intercomunicando las áreas productiva mediante la construcción de ferrocarriles.
El Partido Civil llegó al gobierno con Manuel Pardo (1872-1876). La elección de Pardo no solo suponía el ascenso del primer civil a la presidencia de la república, sino la emergencia política de la burguesía sobre los terrateniente. El presidente Pardo no pudo realizar sus “proyectos” por el agotamiento de la reserva del guano, base de la economía peruana, al mismo tiempo que otros productos aparecían como sustituto. Simultáneamente, la banca europea entró en periodo de crisis, de manera que Pardo no pudo concertar un nuevo préstamo para aliviar la grave situación fiscal del país.
GUERRA CON CHILE
Llegamos a la guerra con Chile (1879), guerra del salitre, en bancarrota fiscal, que se arrastraba desde el gobierno de Pardo. En ese entonces, el presidente del país era Manuel Ignacio Prado. Cerca de treinta años el Perú, por los ingresos del guano y el salitre, había contado con una bonanza económica, el cual se derrochó alegremente, para lograr un vigoroso crecimiento económico que facilitara su constitución como República (país integrado tanto en lo político, económico y social). En ese sentido, la posesión del guano fue una oportunidad perdida
La guerra con Chile se asumió sin el presidente Manuel Ignacio Prado, pues, en plena guerra, se fugó cobardemente al extranjero con el cuento de conseguir armamentos, generando un vació de poder político. Esto aprovechó Nicolás de Piérola para dar un golpe de estado y así dirigir la organización de la defensa de Lima. En el conflicto, la consigna de un buen sector de la burguesía comercial era “Primero los chilenos que Piérola”. Ellos, conjuntamente con los terratenientes, según, Andrés Avelino Cáceres, para preservar sus fortunas privadas, fueron eficaces colaboradores del invasor. Querían la paz a cualquier costo, pues la prolongación de la guerra afectaba sus intereses. Rechazaban la resistencia armada. De la misma manera, un gran sector de la masa indígena no se identificó en la defensa del suelo patrio (por carecer del sentimiento de patria). A los indígenas no les interesaba la paz, ni la guerra, pues, los grandes propietarios (raza blanca), por su actitud racista, seguirían con el odio y desprecio visceral a los indios.
La ocupación chilena culminó en 1883, con la firma del “Tratado de Ancón”, donde el Perú pierde (regala) la provincia de Tarapacá (poseedora del salitre). En la firma del tratado participó, por el Perú, el presidente Miguel Iglesias, quien se subordinó a los intereses chilenos. Tal es así, que se alineó con el ejercito chileno para combatir a Cáceres, quien resistía en la sierra central peruana contra la ocupación de Chile.
LA REPÚBLICA ARISTOCRATICA (1895-1919).
Después de la guerra con Chile, el poder volvió a caer en manos de los caudillos militares (1883-1895). Luego, los “civilistas”, del Partido Civil, donde estaban, principalmente, los comerciantes guaneros, salitreros y prestamistas, recuperaron el poder político instaurando la República Aristocrática, que abarcó de 1895 a 1919. Fue el periodo de más larga sucesión democrática en la historia del Perú. Se llama República Aristocrática porque favoreció a los ciudadanos pertenecientes al círculo aristocrático (clase alta).
Con respecto a la guerra con Chile. Los intelectuales “civilistas” querían encontrar respuestas de por qué una mayoría de peruanos no se identificaron en la guerra con Chile. En ese sentido, analizaron las deficiencia de la sociedad peruana. Encontraron, que el Perú estaba desintegrado social, económica, cultural y políticamente. En ese aspecto, se quería organizar un aparato estatal de dimensión nacional. A la vez contar con un Estado que promueva la integración del país, y cultive un sentimiento nacional (Identidad Nacional). Para ser efectivo el proyecto, se requería contar con una burguesía progresista, políticamente aglutinada. De esa manera se podría dar el inicio de la formación de una autentica economía capitalista nacional.
En lo referente a la economía del país. En esta fase, luego de la guerra con Chile, se encontraba devastada. El guano ya no era alternativa de acumulación. Por ello se miró, principalmente, a la agricultura y minería como nuevos recursos de acumulación capitalista. El azúcar, el algodón, el cobre, plomo (metales industriales), entre otros, pasaron ser los nuevos productos de exportación. Estos productos le interesaron a los capitales norteamericanos para ser explotados. Por ello, comienzan a penetrar en la economía peruana, desplazando a los capitales británicos.
Continuará.
Bibliografía: Jorge Basadre (Perú, Problemas y Posibilidades), Marcial Barrón (Perú: Historia del Saqueo), Ernesto Yepes (Capital Ingles y el capital americano), Julio Cotler (Clases, Estado y Nación en el Perú), José Carlos Mariategui (7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana),Carlos Milla (En que Momento se Jodío el Perú), Nelson Manrique (Guerra del Pacífico y lucha de clases).
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