OLLANTA: CAMBIA LA “HOJA DE RUTA” O EL PUEBLO LO AVASALLA

Walter Montañez Vargas

La población de Cajamarca no quiere saber nada con la actividad minera (proyecto aurífero Conga), lo consideran depredadora de la naturaleza y generadora de pobreza. Y, para hacer prevalecer su posición lucharán hasta las últimas consecuencias. Están decididos a todo, pues la vida de sus habitantes esta de por medio. Al respecto, Ollanta, de acuerdo a su último mensaje presidencial, se pone en contra de esa posición para la alegría del gran capital. Sin embargo, Gregorio Santos, presidente regional de Cajamarca, la declaración de Humala, lo tomó como una “declaratoria de guerra”.

LA MISMA LÓGICA DE LA COLONIA

En la actualidad y durante toda la vida republicana del país, seguimos con la misma lógica económica de la Colonia, de mantener como estrategia de desarrollo el modelo económico primario-exportador, que está basado en actividades extractivas, principalmente en la explotación de minerales. En tiempo de la colonia, los españoles explotaban el oro y la plata, ahora, las grandes transnacionales, le interesan otros metales, como el cobre, plomo, zinc, etc. Este modelo, impuesto por los países del primer mundo, está basado en la “Teoría de la ventaja comparativa”. De acuerdo a dicha teoría, los países con recursos naturales en abundancia deben especializarse en su explotación intensiva. Las políticas industriales deben dejarse de lado, solamente deben ser una factoría de materia prima para garantizar el desarrollo industrial de los países desarrollado. Con este concepto, nunca vamos salir del subdesarrollo.

Debemos de tener en cuenta, los países desarrollados alcanzaron ese sitial gracias a que apostaron primero por la industrialización, para ello contaron con una severa legislación proteccionista. Cuando alcanzaron su propósito, estos países, recién promovieron el libre comercio para exportar su voluminosa producción industrial. O sea, en un inicio, hicieron

exactamente lo inverso de lo que hoy predican. Nuestro país al abrirse totalmente su mercado a productos foráneos comenzó a destruir su base productiva. No podíamos competir con los países del primer mundo que tenían una tecnología de avanzada. En este orden injusto, desde la independencia, se tuvo la complacencia de los gobiernos antinacionales. Ahora, estamos pagando las consecuencias, que de seguro se va ahondar con la crisis internacional

NO INTERESA EL COLOR DEL GATO, LO QUE INTERESA ES QUE CACE

Ollanta ganó la primera vuelta con un programa alternativo al neoliberalismo. Obtuvo el 31 % del electorado. No consiguió mayor votación porque los medios de comunicación promovieron una furibunda campaña de miedo a su candidatura. Divulgaban: “Que si tienes 2 casas o más Ollanta te lo van a quitar”, “Tus hijos van a pasar a manos del Estado”, “van a fusilar a los homosexuales”, “Ollanta es chavista”, etc. A pesar de la satanización, ganó en las 3/4 partes del territorio nacional. Para la segunda vuelta, el candidato de Gana Perú, por querer ganar las elecciones de la segunda vuelta, elaboró un nuevo programa que lo llamó “Hoja de Ruta”, muy diferente a su programa primigenio (de la primera vuelta). La “Hoja de Ruta” mantenía básicamente el modelo económico neoliberal pero con inclusión social (vía programas asistenciales). Este documento, de cierta manera fue aceptado por los grupos de poder económico. No los alarmó. Al gran capital no le importaba el color del gato (Ollanta), lo que le interesaba es que cace (que le garantice privilegios y alta rentabilidad).

Ollanta, ni bien asumió al gobierno, los grupos de poder económico lo rodearon, y a través de sus medios de comunicación lo presionaron (o chantajearon), gracias a ello tuvieron puestos claves en el gobierno (Ministerio de Economía y BCR), de esa manera podían mantener un determinado guion político-económico que favorezca sus intereses. Esto venía funcionando bien, hasta que el pueblo del interior del país comienza a salir a las calles para que le solucionen sus reclamos largamente postergados. Al respecto, para mantener el statu quo, la derecha pidió al gobierno que se les reprima, ponga orden a balazos, como lo hizo la gestión de Alan García que mató a 103 peruanos por protestar.

Humala, sabe que la solución de los problemas de las grandes mayoría solamente se alcanzará cambiando el modelo económico neoliberal por su programa primigenio. Sin embargo, la derecha cavernaria, históricamente antinacional, no lo va permitir. Quiere que se mantenga el statu quo. La confrontación está declarada. A ellos no les interesa construir la unidad de todos los peruanos en base a un “PROYECTO PAÍS” para los próximos 20 o 30 años (donde el ser humano sea eje de la economía), solamente le importa el presente, el de ganar la mayor cantidad de dinero en menor tiempo posible. La historia así lo demuestra.

SE PUEDE VIVIR SIN ORO PERO NUNCA SIN AGUA

Lo que viene aconteciendo en Cajamarca y Andahuaylas (y se vienen más acciones de otros sectores) es por causa del modelo económico neoliberal, que se sustenta principalmente en las actividades extractivas (minerales). Las empresas mineras a lo largo de la historia han depredado el medio ambiente, contaminando ríos y las aguas subterráneas, secando lagunas, arrasando bosques y desapareciendo la biodiversidad en la zona. Todo esto hizo que la vida de los habitantes, circundantes a los centros mineros, se haga inviable.

Con esos antecedentes nefastos, de las empresas mineras, la población de Cajamarca y Andahuaylas ya no quieren saber más de minas, por eso se movilizaron con la consigna “Se puede vivir sin oro, pero nunca sin agua” Al ver al pueblo masivamente en las calles, el gran capital se espantó, pues ya no podrían seguir amasando más riqueza.

Por ello, los grandes medios de comunicación, defensores de la gran minería, han puesto el grito al cielo, manifestando “El gobierno tiene que imponer el principio de autoridad cueste lo que cueste”, Ollanta se baja los pantalones ante los comuneros” “Si no se concretiza el proyecto Conga la inversión extranjera va ahuyentarse”, “Extremistas desafían al Estado”, etc. Estos mensajes han hecho efecto en Ollanta por la posición que ha tomado, ahora, a favor del proyecto Conga

Los comuneros de Cajamarca quieren seguir el ejemplo del distrito Tambogrande (Piura), quienes rechazaron, en el año 2002, mediante una “consulta vecinal” a la empresa minera canadiense Manhattan Sechura S.A. Esta empresa quería instalarse en su valle, donde la agricultura era floreciente, producían mango, limón y arroz, abasteciendo tanto al mercado nacional como externo. Con esta actividad, a la vez, que contribuía al Estado con sus tributos, generaba ocupación continua a sus comuneros (algo que no podía hacerlo la empresa minera, pues cuando se terminaba la explotación minera se cerraba la empresa). Si en Tambogrande se instalara una empresa agroindustrial, para dale mayor valor agregado a sus productos, mejoraría aún más la situación de la zona.

LA GRAN TRANSFORMACIÓN

El modelo económico neoliberal (extractivista-exportadora), desde los inicios de la República Peruana, no ha contribuido con el desarrollo del país, al contrario, lo ha postergado, haciéndonos cada más dependiente de las economías del primer mundo: Exportamos materias primas e importamos productos manufacturados (nuestra materia prima transformada). Para modificar el actual patrón de crecimiento económico, Ollanta, en su plan de gobierno primigenio (primera vuelta), planteó un modelo económico alternativo, la construcción de una Economía Nacional de Mercado en armonía con el medio ambiente. En ella planteaba: 1) Desarrollar el mercado interno a nivel nacional. 2) Promover la inversión nacional, donde la inversión extranjera debe ser complementaria y no sustituta a ella 3) Diversificar la producción nacional, potenciando la agricultura, ganadera, artesanía y la industria. 4) Desarrollar el talento humano a través de una revolución educativa. 5) Fuerte inversión en ciencia y tecnología para aumentar la productividad. Esperamos, que estas propuestas, que van a garantizar la GRAN TRANSFORMACION, se lleven a cabo, para lo cual, debe dejarse de lado “La Hoja de Ruta”, que no nos llevará a buen puerto, de otra manera el pueblo avasallará a Ollanta. Ejemplos en el mundo sobran. Entonces, el presidente Ollanta Humala tiene la palabra.