Walter Montañez Vargas
En buena hora que ganó el NO, aunque sea un triunfo pírrico. El triunfo del NO, no significa que el pueblo (de barrios populares) que votó por el SI (49 %) no hay que escucharlos sus inquietudes o sus necesidades. Al contrario, hay que tomarlo en cuenta.
Susana antes y después de la consulta ciudadana planteó un gobierno municipal de concertación con las demás fuerzas políticas. Eso está bien, sin embargo, a esta mesa de concertación deben incorporarse también las organizaciones sociales y/o gremiales para que, en la modernización de la ciudad que propone Susana, no sean excluidos. Esta propuesta con seguridad los sectores de la derecha no lo van aceptar, pues no quieren que el pueblo participe en los asuntos públicos de la ciudad.
El gran porcentaje obtenido por el SI (proveniente de los sectores populares), básicamente, no es por que estén con los “corruptos” o hayan sido manipulados por Alan y Castañeda, sino es porque a través de las ánforas querían que lo tomen en cuenta en la reforma de la ciudad que plantea Susana, no quieren estar excluidos. Si ese mensaje no es comprendido por la alcaldesa caería de nuevo en soberbia y estaría dándole en bandeja de plata a ese gran sector (que voto por el SI) al APRA y Solidaridad, que con seguridad por cálculos electorales querrán ser sus interlocutores válidos.
Susana ganó, gracias al apoyo de las fuerzas políticas de la derecha, y de sus barrios residenciales, en especial del partido conservador, PPC, que lo apoyo con sus 15 alcaldías distritales. Este partido actuó así porque si caí Susana, también caían en desgracia sus 10 regidores del Consejo Municipal de Lima. Eso no era un buen negocio para Lourdes Flores. Entonces, podemos decir, los votos a favor que obtuvo Susana en la “consulta ciudadana” son prestados, que, luego, en próximas lides electorales, regresaran indiscutiblemente con la derecha.
En ese aspecto, Susana tiene que fortalecer a la coalición de la izquierda con que llegó al municipio. A menos que ya no los considere necesario (eso parece). Una muestra de ello, es que permitió, en el debate del domingo pasado, que el regidor Pablo secada (PPC) denigrara, a Fidel Ríos, miembro del PCP, partido aliado de Susana. El regidor Secada mostro su macartismo y anticomunismo visceral al sacar una foto de Ríos y mostrarlo a las cámaras como si se tratara de un delincuente del que deberíamos recordar su rostro (1). “Los que dicen que Lima se podría enfrentar al comunismo, que consideren bien que están haciendo. Si votan por el SI, este es el alcalde (que accedería en caso que Susana sea vacado) del Partido Comunista Peruano (Fidel Ríos)” manifestó el regidor.
Hasta ahora, La izquierda, está en el closet, no aparece públicamente, Susana no les permitió ser voceros mediáticos. Prefirió que los voceros sean de la derecha para que marquen la pauta electoral. Necesariamente, la izquierda en el municipio de Lima tiene que dejarse notar, debe tener una identidad propia (quienes son y a donde van), con un mensaje político. Ser parte de una gestión municipal light o conservadora hará que la izquierda pierda su razón de ser.
Anexo:
(1) Pablo Secada (PPC) denigra a Fidel Rios (PCP):
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